Clan Denali (Haciendo nuevos amigos y Regreso)

Corrí y corrí y corrí, hasta que me cansé, llegué a un gran acantilado, miré hacia abajo y me mordí el labio, nunca me había tirado de un acantilado, y era híbrida, además. ¿Cómo saber si esto no me mataría? Bueno, en realidad morirme sería la mejor opción para todos, eso era lo que pretendía realizar. Tomé aire (por si sería el último) ~Bueno, Bella dijo que es estimulante...Uff. Aquí voy.~ Cerré mis ojos y me lancé en picada hasta el mar...y después, solo salí llena de vida, contenta de haberlo logrado. Una ola intentó derrumbarme así que me sumergí y comencé a nadar. Aunque era una híbrida podía aguantar la respiración por cinco horas y seis bajo el agua. No sé cuanto me demoré hasta llegar a un lugar realmente conocido para mí, guau, a parte nadaba rápido, al parecer tenía muchísimas cosas que aprender de mi naturaleza. Estaba en Alaska. Llegue y salté en el hielo, pero me resbalé muy feo. Apreté los puños y me levanté, caminé con más delicadeza por el hielo. Cuando pude ver civilización, comencé a caminar escondida, sospecharían al verme mojada, y sin hipotermia. Llegue a la parte de atrás de un almacén con ropa y me vestí sin que la muchacha me viera. Caminé y caminé hasta que sentí un olor particular. Vampiros. Seguí con demasiada curiosidad el sendero que me guiaba ese olor, al parecer era muy...parecido al de los Cullen...caminé y caminé hasta que quedé fuera de la civilización. Así que corrí a mi deliciosa velocidad. Encontré la casa. Toqué tres veces

-¿Quién es?-preguntó una mujer con una voz tranquila pero con toques latinoamericanos. 

-Buenas. Ejem...me llamo Marie Gabriella Marin-me presenté, la mujer susurró a alguien No es humana. -No, no soy humana. Soy híbrida-la mujer me abrió, era castaña oscura y sus ojos eran dorados, un punto para la Ella curiosa, contuve el aliento.

- Pasa querida-entré un tanto desprevenida, al ver a un hombre, sonreí sorprendida

- ¡¿Eleazer?!-pregunté

-¡¿Ella Marin?! ¿Pero qué haces tú acá?-sonreí

-¿Se conocen?-preguntó la muchacha castaña oscura le sonreí

-Si-le respondió Eleazer-ella es Ella Marin o ¿Cullen?-negué con la cabeza

-Sigo siendo Marin Eleazer, aunque debería cuestionar mi apellido ya que paso más tiempo con los Cullen que con mamá-él sonrió divertido

-¿Conoces a los Cullen?

-Si mi amor-miré a la joven mujer-Ella te presento a mi querdísima esposa, Carmen Denali-lo miré sorprendida

-¿esposa? ¡Qué afortunado eres! Es muy hermosa.-Carmen me sonrió

-Gracias Ella, Bienvenida a mi casa pequeña- me dijo en español. Si, era latinoamericana. Conversamos un buen tiempo hasta que llegaron otras vampiresas.

-Hola familia y tú...¿Quién es ella?-preguntó la chica más baja y rubia

-Tanya, te presento a una amiga de la familia Cullen y mía, Ella Marin, híbrida

-¿Otra vampira--humana?-Eleazer frunció los labios

-Es...distinta...ella no es una híbrida cualquiera, ella es hija de un hombre lobo, un hijo de la luna y una humana que tuvo una extraña conversión en el parto de la pequeña Ella, se quedó como híbrida y hubo algo así como...magia, pues la pequeña Ella es de tres especies distintas. Su madre Sasha, le entregó esos genes a último instante y...

-¿Murió?-preguntó la otra rubia más alta, como si le contaran el más apasionante libro leído por el hombre. 

-No, mi madre se convirtió en una híbrida hasta que en una batalla por salvarme, un vampiro la mordió y su conversión terminó, ella quedó como vampira

-¿Y tú?

- Como una híbrida anormal-Fruncí el ceño era duro de explicar.
Quien lo diría. Y mi padre me quería utilizar como arma, para acabar con los Vulturi, por eso mi madre y yo nos habíamos ido. Tres especies distintas. Era de la especie de Renesmee y de Jacob, aunque Jake era un metámorfo y yo no me convertía en lobo, pero tenía la fuerza y la velocidad de un lobo combinada con la de vampiro, pero me cansaba demasiado rápido cuando corría más de treinta y un kilómetros, así que ahí sacaba mi lado humano, toda mi existencia y mi concepción eran raros entre los raros. Era mucho más que peligrosa, una abominación. Si mi padre o los Vulturi me lograban tener como arma, sería el final de cualquier otra especie...sería el fin de los Cullen y de los lobos, si llegaba a convertirme en una Vulturi, nunca nadie podría hacerles daño, ya que a parte era la única híbrida con más dones, algunos vampiros adquirían un don particular como el de Jane, Edward, Bella, Alice o Jasper...pero yo tenía más de uno. Y sólo uno era "normal" los otros eran tan poderosos que ni siquiera Jane podría hacerme daño. Era capaz de entrar en la mente de quien quisiera cuando quisiera, sin que se diera cuenta. Como lo había hecho con Jacob o Embry antes de mi huida, el otro era matar con la mirada al que quisiera, prenderle fuego en el momento que a mi me diera la gana. Y el último era el apocálipsis, era capaz de cambiar de forma y entrar en el cuerpo de quien quisiera para hacerlo sufrir hasta matarlo. Nadie podía defenderse, por eso Emment y Jasper siempre estaban ahí cuando yo estaba cerca. No era que desconfiarán de mí, ni nada por el estilo, si no que por prevención andaban cerca, era la única a la que Emment le tenía miedo a la hora de luchar, Jasper si se atrevía pero yo nunca me pasaba de la raya...los quería...los amaba. Eran una preciosa familia. Jacob siempre me cuidaba y nunca se enteraba de mis...noches de caza...no quería perjudicarlo, él me adoraba y no quería verme como la mala del paseo. 


Las siguientes semanas en la casa Denali, fueron estupendas, aprendí demasiadas cosas de ellos y de la muerte de Irina, las que más la extrañaban era Kate y Tanya, sus hermanas de toda la vida. 
Tanya decía que en un tiempo muy lejano había sentido deseo por Edward, pero eso se había acabado luego de su conocimiento acerca de Bella, pues jamás le haría daño a la familia de Carlisle. Kate y Carmen adoraban a Renesmee pero no la veían desde el nacimiento de Jack Swan Clearwater. Hace trece años (la edad de Jack) Kate adoraba a Charlie Swan, Charlie también, el jefe Swan se había acostumbrado a la rareza de este mundo hace varios años cuando descubrió los génes lobeznos de Jack. Y no había tenido problema por nada, claro, cuando llamaba Renée siempre decía (según lo que me había contado Bella) En realidad Renée, tu hija esta bien me ha llamado varias veces de Alaska, dice que esta muy contenta y que te ama...te juro la vida si que es extraña ¡Y yo no me había dado cuenta! 
Luego de un par de meses en estadía con el Clan Denali, se habían enamorado de mi belleza y mi gracia para todo. Siempre mantenían diciendo lo tierna o perfecta que era, y por aquello siempre me ponía mal
-Así que...No piensas volver a Forks-afirmó Carmen. Suspiré
-No...bueno, sé que les causare problemas a esa hermosa familia que me ha acogido como suya...los lobos entrarían en guerra...por mi culpa
-¿No pues qué ese tal Jacob Black está imprimado de Nessie? No pueden hacer daño a su familia y a los que él proteja
-No es así, cualquiera que peligre la vida de los humanos en Forks es un enemigo para los Quileutes.
-Pero esos...bueno, ellos matan a su propia especie y peor aún, las violaban, yo creo que hiciste más bien que mal
-Pero ellos no lo creen así
-¡Idiotas!-intervino Kate-¡Tú has hecho algo estupendo! Y aunque nosotros también vivamos en paz con los humanos...no todos son de nuestro agrado...por ejemplo ese tipo...de zánganos...-Kate resopló y bufó a la vez con rabia
-Gracias, gracias por su inmenso apoyo...todos han sido...muy generosos conmigo, contando lo monstruosa que puedo ser...
-¡Shh!-me calló Tanya-Que tu existas no es monstruoso, tú no tuviste la culpa de nacer así, nadie...así como nosotros no tuvimos la culpa de que nos convirtieran...no lo sabíamos...así como esos lobos no tuvieron la culpa de que sus genes vinieran con actividad lobina en su sangre...Así que no te culpes, nosotros hemos matado más humanos que tú en nuestro primer año, ¿cuántos tú?
-veinte-solté como si fuera veneno
-¿Y entre todos cuántos piensas que matamos nosotros?
-¿Más?
-Si, entre esta familia antes de poder controlarnos matamos a 1.568 personas...Así que más monstruosos somos nosotros que tú-el pequeño aliento de Tanya me hizo recapacitar.
-Vuelve pequeña-me alentó Eleazer-No puedes privarte por daños morales o físicos...Tú y yo muy bien sabemos que los Cullen te adoran...¿Le harías esto a Alice, Jasper, Renesmee...incluso a ese tal Jacob? Todos te quieren...No intentes cambiar algo que de por si está en tu naturaleza y el cual es difícil controlar...-abracé uno por uno. Ellos me regalaron un pasaje para que no nadara, me fui con miedo, y eso lo admito, regresar no había estado en mis planes. Tal vez por el hecho de que vivir me había sabido como ponzoña en boca de lobo...ardiente y demoledora...custodiaba mi existencia como algo oscuro y perfectamente odioso...tal vez me había menospreciado demasiado, llegaría feliz de reencontrarme con esa gran familia...


Bajé del avión y entré en el aeropuerto, muchos saludaban a los recién llegados otros simplemente...esperaban, yo sabía que me encontraba sola...
-No estás sola Ella-la dulce voz de terciopelo de Edward me llegó a los oídos como un bólido de sorpresa.
-¡Edward! ¿pero qué haces aquí?-lo abracé fuertemente. Para luego ver a la única pequeña testaruda e incontrolable vampira...Alice
-¿Qué crees?-me preguntó radiante de felicidad-¡pude verte!-fruncí el ceño
-¿Qué tú que?-pregunté sorprendida
-Pues...vi tu decisión, pero tú eras un borrón que me causaba migraña técnicamente...me costó demasiado-me abrazo muy fuerte-que bueno volver a verte
-Aquí estoy yo-miré hacia atrás y salté a los brazos de Jasper-te extrañé demasiado pequeña, demasiado...
-Y yo a ti Jazz...los extrañé a todos...-miré más atrás y vi que todos estaban reunidos radiantes esperando ser abrazados por mí... En realidad, si me querían, por lo menos, ellos si me querían...ni mi madre había preguntando por mí, pero me sentía contenta de que en los Cullen pudiese ver una familia...
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Aquí les dejo el segundo Capítulo, es un poco aburrido, lo sé...pero era esencial, ya que se dieron cuenta de lo que Ella era y porque se habían ido del lado de su padre---pronto saldrá Seth, Marce...gracias por tu apoyo... ¡No me puedo creer que mi Lauris te haya recomendado el blog sin que yo se lo haya pedido! En realidad hemos estado muy distanciadas...por mi depresión...así que...pues me alegró que me siga queriendo como su mejor amiga...


Y aquí les dejo la imagen del día.

No sé a ustedes, pero a mi me ha pasado un beso grande